Corría el año 1955 cuando Raúl Ariente decide pedir un préstamo y adquirir seis manzanas de terreno en Barrio Los Boulevares, de la ciudad de Córdoba. Desde entonces, nace Fundición Ariente S.A. que llega para quedarse y construir un futuro cuyos alcances aún no se imaginaban.
Con simpleza, empeño y perseverancia, Raúl Ariente creó la actual empresa de fundición con mayor capacidad instalada de Argentina.